viernes, 30 de octubre de 2009

Los fondos de la ANSES respaldarán la apuesta kirchnerista.

Con el Bicentenario a la vuelta de la esquina, el Gobierno finalmente advirtió que no puede hablar más a futuro. No puede planear al mediano y menos al largo plazo. Ya estamos prontos a cumplir 200 años como nación constituída y ni Cristina ni Néstor Kirchner se imaginaron alguna vez que llegarían con el agua al cuello. No lo anticiparon. Simplemente creyeron que el cumpleaños era un objetivo más romántico que real. Devolverle la dignidad al pueblo argentino que tantas penurias sufrió en los últimos años (si acaso reconocieran errores). Un pueblo que terminó de morir en la década del '90 como quisieran creer los Kirchner y que renació junto con la asunción de un desconocido sureño. Ya hemos hablado extensamente acerca de la incapacidad de preveer que padece este Gobierno, y la gran ocasión patria no puede ni debe ser la excepción a la regla. Olvidémonos por un momento que ésta es una movida clásica de un ajedrecista que sabe en poco le caerá un jaque mate y concentrémonos en los viles intentos por demostrar que este no es un manotazo de ahogado sino un Gobierno listo para la acción y dinámico, con nuevos faros que alumbren el camino. Los antecedentes del Gobierno no son demasiado alentadores. Sobre todo teniendo en cuenta que mientras el país se derrumbaba a causa de sus maliciosas recetas, primaba la ideología extrema y no el diálogo y el consenso.

Perdonen si aprendí a ser escéptico. Es que estas gestiones pasadas y las anteriores han hecho que deba desconfiar de todo y no "casarme" con ninguna receta milagrosa. Lo que nos queda a cada uno es escribir el cuento sobre qué cosas queremos para nuestras vidas. Como Spencer Johnson. Sortear riesgos y aceptar desafíos para alcanzar nuestros anhelos. Por fuera de la política dañina, esa que deja secuelas hoy viernes 30 de octubre de 2009.

La ocasión auspiciosa nace desde lo más profundo del alma kirchnerista, como una suerte de salvataje social (ahora que están tan de moda) El objetivo no es otro que el que han perseguido por años sin éxito: la causa siempre presente en el discurso y ausente en la acción. Los pobres y desausiados en la Argentina. Causa que persiguiera Juan Domingo Perón (sin éxito también) , caudillo de estos hijos políticos. Emblema. De nada sirve... ni la fanfarria peronista va a tapar un posible fracaso, de ese que augura la oposición. Ni siquiera acallarán las voces contrarias con el gordito simpaticón que es el bombo. Yo siempre prendo una vela por la positiva, manteniendo las esperanzas intactas. El mismo caso que el de mi club, el Club Atlético Tigre por supuesto, los Matadores.Cristina sabe que no falta mucho para celebrar nuestros 200 años. Ella seguramente hubiera querido llegar a él con otro escenario. Pero, lamentablemente para todos, tuvimos que llegar con lo justo. A las apuradas, como de costumbre.

Me da la impresión que el apuro tiene que ver con un gobierno que busca resurgir como el Ave Fénix. No sé bien cuáles sean los objetivos que persigan con esto, pero no me concentraría demasiado en eso por ahora. Pensemos en el presente y los muchos hijos de desocupados que podrán contar con un subsidio de $180 y que le costará al Estado alrededor de $10 mil millones. El nuevo plan que impulsa el Gobierno busca a toda costa desarraigar el historial de subsidios a la pobreza que han fracasado (el Plan Jefes y Jefas es uno) Fíjense quién y en qué momento apareció este último en escena. Año 2002, gobierno de Eduardo Duhalde. ¡De Duhalde! Este mal peronista de querer arreglar todo con plata es lo que me preocupa más. Si bien la presidenta adelantó que no busca terminar con la pobreza con este plan, "constituye un paliativo para aquellos sectores que todavía no tienen la posibilidad de un trabajo decente". Lo que fue una conferencia transmitida por Cadena Nacional también se expresó en favor de asignar en forma universal para todos los hijos menores de familias desocupadas, para los que trabajan en la economía informal y para los discapacitados menores de 18 años. Queda expresamente estipulado que sólo podrán ser beneficiados menores argentinos, hijo de argentino nativo o por opción.

Uno de los puntos oscuros de este proyecto es quién lo financia. La ANSES nada menos. Los jubilados que hoy sufren las consecuencias de gestiones criminales, van a servir de fuente de juventud para mantener vigoroso este emprendimiento K. Ojalá me equivoque y las cosas verdaderamente sean más justas para todos. Por el momento, esto es todo lo que tengo para decirles.

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